viernes, 4 de enero de 2008

MERCEDES FÓRMICA. ¿LA FEMINISTA DE FRANCO?

Como una feminista paradójica y aparentemente contradictoria ayudó a cambiar el signo de su tiempo y luchar por los inexistentes derechos de la mujer durante la década de los 50s en la España de Franco.

Mercedes Fórmica Corsi es hoy un borrón en la historia de España.

De familia burguesa, nacida a principio del siglo XX en Cádiz, pasa la Guerra Civil en Málaga ‘muerta de miedo’

Se licencia en Derecho en la Universidad de Sevilla acompañada de una ‘doña’ pues era la única mujer inscrita, no pudiendo ingresar en el cuerpo diplomático por ser reducto de varón.

Mercedes aparte de una mujer excepcional fue una excepción. Las mujeres durante los primeros años del franquismo poseían la exquisita categoría de muebles.

Yo conocía a la jurista pero el director José Luís Bravo fue el que me puso sobre la pista de la escritora cuando recibió una ayuda en el programa de la Unión Europea Mediscript para adaptar la novela más famosa de La Fórmica ‘Monte de Sancha’.

Novelista, historiadora y jurista

La extraordinaria fotógrafa austriaca Inge Morath, futura esposa del dramaturgo Arthur Miller, recibe el encargo de Robert Capa para la Agencia Magnum, de fotografiar a una abogada que defendía, en pleno franquismo, los derechos de las mujeres separadas o maltratadas.

La abogada era Mercedes Fórmica

Rara avis

Falangista desde el mitin fundacional que escuchó por la radio en 1933 hasta su muerte. Amiga de José Antonio y colaboradora habitual de Pilar Primo de Rivera

Tras la Guerra Civil se convierte en una de las tres mujeres que ejercen la abogacía en Madrid reivindicando sin descanso la incorporación de la mujer al mundo laboral, así como la igualdad de derechos civiles entre hombres y mujeres.

La dictadura franquista la deja hacer entre la indiferencia y la hostilidad. Pero el hecho de ser una intocable por su origen falangista hace que no se vea en la necesidad de exilarse o acabar en la cárcel.

Francisco Franco fue un cabo cuartelero que convirtió a todo el país en un cruel, triste, y aislado cuartel. Pero necesitó darle cierto ornamento al fortín e hizo suya la estética de la Falange JoseAntoniana a la manera del fascismo italiano.

Confundir el pensamiento de José Antonio con los intereses de la extrema derecha es algo que llega a pudrir la sangre’ manifestaba contrariada La Fórmica.

Se convierte en una asidua escritora en prensa, y es en un periódico donde se produce el punto de inflexión.

La Fórmica publica en 1953 en el diario ABC un vehemente artículo tras el apuñalamiento de Doña Antonia Pernía a manos de su marido. Después de aguantar lo indecible esta pobre mujer recibe doce cuchilladas de su marido tras intentar separarse y darse cuenta que si lo hacía perdía su casa, sus posesiones, sus hijos...

Antonia Pernía se convierte en la Ana Orantes de su tiempo.

‘El Domicilio Conyugal’ que así se tituló el artículo del ABC (que pasó un tiempo en manos de los censores antes de publicarse) provocó una tremenda controversia a favor y en contra de las tesis de la Fórmica.

La redacción del periódico se inunda de cartas, algunas mujeres se atrevieron a hablar en público de los malos tratos que recibían y se inicia un debate para la reforma de la Ley.

De dicha campaña se hace eco la prensa internacional. Aparecen artículos sobre ella en diarios como New York Times y Daily Telegraph o en la revista Time. La revista Holliday la incluyen entre las cuatro mujeres más destacadas en el mundo.

Frente a la figura del Depósito Marital La Fórmica contrapone la figura del domicilio conyugal. En aquella España franquista la vivienda familiar se definía como la casa del marido. Si la mujer osaba pedir la separación debía abandonarla y se la depositaba en la casa de sus padres o en un convento, quedándose a su vez sin dinero y sin su bien más preciado: la guarda de sus hijos.

La reforma del Código Civil no se produce hasta 1958, dándole el nombre de la Reformica, tanto por el apellido de su impulsora como por la limitación de los avances que allí se recogían.

Se dice que tal reforma (parca pero reforma) social y legislativa vio la luz tras persuadir al Dictador en una conversación en la que Mercedes Fórmica busco la empatía de Franco para con las mujeres recordándole que él también era hijo de mujer separada y abandonada.

Su biógrafo, el torremolinense José Luís Olivares, me comentó que Mercedes le recordaba en su manera de hablar y en su energía a...Magdalena Álvarez... ¡Que esté tranquilo todo el mundo!, fue un comentario inocente y me lo dijo cuando la Señora Álvarez era Consejera de Economía del Gobierno Andaluz y el único Ave que había salido de sus labios era el Ave María. En los tiempos que corren es casi peor que te comparen con Magdalena que te anatemicen como falangista.

Otros la compararon con la cineasta alemana Leni Riefenstahl, otra rompemoldes.

Despreciadas por los nuestros, ignorada por los suyos. Recibe por recompensa el ninguneo de la democracia española.

Si hoy en día hombres y mujeres somos 'iguales' en derechos y obligaciones mucho le debemos a esta indomable mujer, una ‘voz en el silencio’ como se autoproclamó ante su biógrafa Rosario Ruiz Franco, que consiguió abrir una brecha en el franquismo y con ello salvar cientos de vidas de mujeres.

Falleció víctima de la enfermedad del Alzheimer en Málaga en abril del 2002 a los 86 años de edad.

Sin duda es injusto el título de este post, La Fórmica no fue la feminista de nadie, ni suya siquiera. ‘Pero no mía, ni de Dios, ni de nadie. Ni tuya siquiera’. Poema de Agustín García Calvo