martes, 29 de enero de 2013

ARTÍCULO DE LUCIA MÉNDEZ EN EL DIARIO EL MUNDO SOBRE LA FUNDACIÓN IDEAS DEL PSOE


OPINIÓN | Las claves de la semana

El golfo y la mujer 10

Amy Martin, en uno de sus videoclips. |
Amy Martin, en uno de sus videoclips. |

Hace sólo cinco días, la escritora y cineasta Irene Zoe Alameda era la mujer 10 en casi todos los sentidos. Una mujer capaz de levantar a los hombres de sus asientos cuando entraba en la sala de lectura. Guapa, rubia, culta y progre, ella era la encarnación femenina de lo que Richard Florida ha llamado "clase creativa". Florida es un controvertido profesor norteamericano que sostiene que los graffitis, los colectivos homosexuales y los artistas alternativos son más importantes para el progreso de las ciudades que los centros comerciales. Irene Zoe Alameda era una bohemia del Siglo XXI, que viajaba por el mundo buscando nuevas emociones, con una excelente agenda de contactos en la que figuraban novelistas y escritores de gran fama en España. Su novela Sueños intinerantes fue publicada por Seix Barral, una editorial de culto.
En vísperas de las elecciones de 2008, Irene Zoe Alameda, con su nombre, publicó un artículo en El País titulado "Rajoy, Hobbes y el fuego". "Mientras Zapatero es el hombre bueno por naturaleza (Rousseau) y la sociedad se basa en la libre voluntad de convivencia, para Rajoy el hombre es malo, un lobo para sí mismo (Hobbes: Homo homini lupus) y la función del Estado consiste en la represión moral, la vigilancia y el castigo".
El jueves por la mañana, Irene Zoe Alameda se convirtió en el hazmerreírnacional, cuando hizo público un manifiesto de siete páginas, escrito entre las brumas de la madrugada, titulado «Yo soy Amy Martin». El manifiesto era denso y sesudo y tenía como objetivo defender el honor de Carlos Mulas, su marido o ex marido, no se sabe. Decía la escritora que él es un hombre íntegro, trabajador y brillante, víctima de «una enorme bola de furia que pone de manifiesto la sed de sacrificios de nuestra herida sociedad». La mujer 10 de la «clase creativa» hizo así algo que sólo hacían las mujeres antiguamente: sacrificarse en el altar de su hombre, el destituido director de la Fundación Ideas.
Su confesión no dio lugar a una novela de las que a ella le gustan, sino a un culebrón de los que gozan los espectadores de las televisiones comerciales. Lo que debe ser un horror para una mujer tan culta, refinada y creativa. Ella, que habita dentro de una novela en la que no se sabe dónde acaba la realidad y donde empieza la ficción, presentó a la falsa Amy Martin como su doble personalidad literaria. Aunque el resto del mundo, mucho más castigado y menos creativo que ella, ha visto en ella a una aprovechada que con mucho cuento saqueaba las cuentas de la Fundación Ideas del PSOE cobrando emolumentos muy por encima del mercado.
Irene Zoe Alameda nunca hubiera coincidido en una velada literaria conRubalcaba. El líder del PSOE no pertenece a su "clase creativa". Pero esta semana se han cruzado sus destinos porque esta mujer 10 ha amargado la existencia al presidente de la Fundación Ideas. Sin su confesión, el episodio de Carlos Mulas hubiera acabado en un par de días. En el PSOE había un golfo y le hemos echado. El comunicado de la escritora, sin embargo, cortó en seco y de golpe el sueño de Rubalcaba de un PP derrumbado por la corrupción de su tesorero. Tal vez el líder socialista ya se viera camino de La Moncloa, tras asistir al derrumbamiento del Gobierno del PP. Lo único que le faltaba al PSOE era un culebrón como este. Y para colmo, ninguno de los amigos que compartieron veladas literarias con ella ha salido en su defensa. Tal vez porque Irene Zoe Alameda ha sido enterrada por su propia criatura, Amy Martin.

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