martes, 27 de noviembre de 2012

ATRACO A LAS TRES

Blesa defiende que él no era quien concedía los créditos en Caja Madrid


El expresidente resalta que el balance del grupo se multiplicó por seis durante su gestión

Hernández Moltó, expresidente de CCM, arremete contra los consejeros del PP

Agencias Madrid 27 NOV 2012 - 19:38 CET   El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha puesto hoy distancia con los problemas de la entidad y de Bankia. La Caja que presidió, ha defendido, actuó en consosnancia con los tiempos de bonanza. "No podía hacer las cosas muy distintas a lo que se estaban haciendo" en una coyuntura de expansión. Según Blesa, "habrá operaciones que salieron mejor y otras que salieron mejor", pero en todo caso, no era él quien concedía los créditos, sino que recibía informes de unos y otros comités y los analizaba "con rigor".


"Los excesos los cometimos todos", ha reconocido Blesa, pero a renglón seguido ha defendido su gestión al frente de la entidad durante casi 14 años con una batería de "logros". En su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, que analiza las causas de la crisis de las cajas, Blesa ha relatado que durante su gestión el balance del grupo se multiplicó por seis y la presencia en España se amplió notablemente con la apertura de más de mil sucursales.


Tras decir que las decisiones de todos hay que entenderlas en el entorno macroeconómico en el que se tomaron, Blesa ha afirmado que en cualquier caso, Caja Madrid vio la crisis venir y por eso fue poniendo "remedios", como ir aumentando la proporción de depósitos frente a créditos, y en el caso de los deudores hipotecarios, incluso moratorias y daciones en pago. "La construcción ha llegado a representar el 18% del PIB, el 24% del crecimiento y el 40% de la creación de empleo. Es imposible separar la actividad económica de la banca, van siempre unidas, para lo bueno y lo malo. ¿Qué hubiera sido para Caja Madrid y otras entidades si no hubieran acompañado con financiación ese 'boom' inmobiliario?", se ha preguntado.

La banca para Blesa, como la agricultura

El expresidente ha negado que Caja Madrid fuera "un instrumento de desarrollo inmobiliario de nadie", y ha insistido en que no podía predecir el futuro. Ha llegado a comparar el negocio bancario con la agricultura: "Unos y otros para hacer su labor tienen en cuenta las condiciones del momento y la información disponible. Un agricultor podrá tener un año mejor o peor, pero no podrá prever una inundación o un incendio. Y en la banca era imposible prever que íbamos a tener un tsunami", ha añadido.

Pero además, Blesa, que estuvo al frente de la entidad desde septiembre de 1996 hasta enero de 2010, ha recordado varias operaciones como la venta de la participación en Endesa, que permitió anotarse más de 2.300 millones en plusvalías, o la alianza con Mapfre. Igualmente, ha justificado la compra en Miami del City National Bank of Florida, aunque esta entidad no entró en beneficios hasta que Rodrigo Rato llegó a Caja Madrid y cambió la gestión de la institución.

También ha subrayado que la solvencia de Caja Madrid era del 10,60% según criterios de Basilea II, poco antes de su cese como presidente, al tiempo que ha alabado que la entidad tenía acceso a los mercados mayoristas y un exceso de capital de 3.200 millones. Por último, Blesa ha elogiado la labor de la obra social de Caja Madrid: 210 millones de euros en 2009 y unos 1.000 durante su mandato. Sin embargo, en el turno de preguntas de los diputados, estos no han tardado en afearle por la venta de unos 3.000 millones de euros en participaciones preferentes entre clientes, al tiempo que recordaron algunos "excesos" como indemnizaciones, la compra a costa de la caja de una lujosa mansión en Miami o un BMW valorado en medio millón de euros.


Moltó (Caja Castilla-La Mancha) se lava las manos

El expresidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, también ha acudido a la Comisión de Economía del Congreso. El exdirectivo ha responsabilizado a los consejeros del Partido Popular de Caja Castilla-La Mancha y al Banco de España del progresivo deterioro de las cuentas de la entidad, que condujo a su intervención en 2009, y ha defendido que durante el último año de su gestión la entidad tuvo incluso beneficios.

Moltó ha expresado su satisfacción por poder dar su opinión sobre lo ocurrido "por primera vez en cuatro años", tiempo durante el cual ha "asistido con cierta impotencia a un apaleamiento público, plagado de falsedades, insidias y calumnias". La caja, de acuerdo con sus palabras, era en aquel momento una entidad "en crecimiento, saneamiento y consolidación progresiva" que acabó por convertirse en marzo de 2009 en la primera entidad intervenida en el país. "¿Cómo se llegó a esa situación? Yo tengo mis propias respuestas, muy reflexionadas, porque este año me ha dado tiempo a pensar y sufrir mucho", ha añadido Moltó, apuntando el inicio del "calvario financiero y reputacional" de la caja.
El expresidente de la entidad sostiene que la campaña mediática de descrédito contra CCM condujo a "un problema insalvable, según el Banco de España, de liquidez, que no de solvencia". El siguiente paso en el proceso fue la "dimisión organizada de un bloque de consejeros, todos militantes del PP", cuya dimisión en bloque llevó a la agencia de calificación Fitch a rebajar la nota de la caja por su inestabilidad institucional a bono basura, lo que "aceleró e incrementó el problema de liquidez". Moltó apunta a que el tercer condicionante en todo este proceso fueron los "obstáculos permanentes" a la fusión con Unicaja, que "finalmente no fue posible por un desacuerdo en la negociación con el Banco de España para la aportación al Fondo de Garantía de Depósitos de 1.300 millones solicitados por Unicaja frente a los 800 millones ofrecidos por el Banco".


Hernández Moltó sostiene que el Banco de España tuvo una "precipitación interesada" en su decisión de intervenir CCM para "poder ejemplarizar y alertar de los tiempos que iban a venir" y tener un gesto de "autoridad" para "crear un ambiente más dócil, perdón, más colaborador".

Beneficios seis meses antes de la intervención

El expresidente de la entidad ha insistido en que, pese a los errores cometidos, la gestión se realizó con "rigor, profesionalidad y la máxima honestidad", lo que permitió que en 2007 —el último año en que Moltó presidió la CCM— se registraran 280 millones de euros de beneficios, con un incremento de un 18% de los recursos propios.

"Respecto a tantas informaciones parciales y filtraciones tendenciosas, la CCM tuvo una trayectoria muy satisfactoria hasta principios de 2008, con los mejores resultados de su historia y cumpliendo todos criterios de solvencia", ha insistido.

Moltó ha hecho referencia también a las retribuciones de los consejeros de CCM, afirmando que se elevaban a 300 euros por asistir a las sesiones de los órganos de la caja y a 600 euros para consejeros de la corporación industrial. El presidente, por su parte, cobraba 130.000 euros anuales "sin derecho a indemnización".

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