EL
DECRETO SALVALADRONES
Artículo
Antonio Villanueva Martín
Hammamet es una localidad tunecina
frente a la isla de Sicilia. Allí encontró acomodo ex primer ministro
italiano el socialista Bettino Craxi tras no salir reelegido parlamentario en
1994 y perder la preciada inmunidad adherida al cargo. Decidió huir a Túnez tras
verse implicado en procesos emblemáticos contra la corrupción en Italia como el
Caso Enimont o la Operación Manos Limpias. Lo llamó exilio. Tan
megalómano como corrupto. Craxi decidió refugiarse al norte de África bajo el
paraguas de un gobernante sumiso (el déspota Ben Ali, el mismo que años después
fue derrocado por la revolución tunecina) y compararse con el padre de la patria
italiana Garibaldi también huido a Tunisia 150 años antes.
En 1992 dijo sin recato Craxi en
el Parlamento Italiano "Que se ponga en pie quien no haya recibido
financiaciones ilícitas". Recuerda remotamente a la mención al 3% que hizo
Maragall en el Parlament.
Su amigo del alma ,el primer ministro de entonces (y de después) Silvio Berlusconi
intentó salvarle el culo a Crazi y a otros muchos a los que debía su fama y su
hacienda obligando al ministro de Justica Alfredo Biondi a crear un decreto que
resolvía con el simple arresto domiciliario buena parte de los delitos de
corrupción que se estaban juzgando en Tangentópolis . La prensa italiana tardó poco
en llamar por su nombre a aquel engendro :Decreto Salvaladrones. El escándalo
fue excesivo incluso para el ‘amante bandido’ Berlusconi y tuvo que enterrar la
propuesta buscando otras no tan estridentemente. Tras Craxi o Andreotti
llegaron Berlusconi o Umberto Bossi. El fin de un régimen corrupto, no implica
que venga otro mejor
Entonces y ahora en el Estado de Derecho, los tiranos intentan colarnos
uno tras otro sus decretos salvaladrones. En ocasiones de soslayo ,otras de
manera obscena. La amnistía fiscal de Montoro, las exenciones de los cursos de
formación de la Junta de Andalucía, los indultos de Jesús Gil o Alfredo Sainz,
la doctrina Botín del Supremo, …
No se conforman con no crear nuevos tipos penales, ni agravar las
condenas de los delitos económicos, ni acelerar la acción de la justicia
dotándola de medios. Cuando todo falla acuden al Decreto Salvaladrones. Sin
pudor. Detrás de la amnistía fiscal de Montoro ya han aparecido los hijos de
Pujol, Bárcenas y un líder sindical minero. Detrás de las exenciones de la
Junta aparece un exconsejero y mano derecha de Pepote de la Borbolla. Con un
poco de descaro , podrían apuntarse a la moda de crear ONGs insustanciales y
denominarla Salvad al Ladrón. Pero el horno no está para bollos.
Los delitos económicos son acciones complejas. Avaladas por una
ingeniería financiera escurridiza que se ampara en fronteras y paraísos
fiscales tanto como en la politización de la fiscalía o la de los cuadros
superiores de hacienda o exteriores.
Resulta risible el caso Blesa. Cuando un juez decide meter en prisión al amiguísimo
de Aznar , acaban a la postre inhabilitando al juez que lo ordena. Una
reflexión. Cómo estará la justica para que haya sido necesaria la actuación
insolente de un juez arbitrario y lograr, con ello, empotrar unos días en
prisión a Miguel Blesa. Blesa, un tipo directamente responsable de la crisis
financiera española por su caprichosa gestión de Caja Madrid. En Estados
Unidos, en 2009, una jueza federal impuso una condena de 150 años de prisión al
estafador Bernard Madoff . Aquí buena parte de las tropelías realizadas
por el Madoff español (y castizo) están prescritas según expertos penales. El
16 de octubre aparecía en los periódicos que el Juez de la Audiencia Nacional
Fernando Andreu responsabilizaba a Rato y Blesa de todo el gasto de las
tarjetas opacas. Y le imponía a Blesa una fianza de 16 millones de euros. Ahora
Blesa pretende que la aseguradora MAPFRE abone por él la fianza que le ha
impuesto el juez. MAPFRE ,que esconde bajo su acróstico a la Mutua Aseguradora
de Propietarios de Fincas Rústicas de España, había suscrito un seguro de
responsabilidad civil con los directivos de la Caja. El juez instructor parece
rechazar de plano tal posibilidad. Alega que no es serio que los propietarios de
fincas rústicas de España abonen la fianza de un propietario de una tarjeta
opaca de España.
Lo dicho, creemos una ONG: Salvemos al ladrón.
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